lunes, 18 de octubre de 2010

Parabens

Su familia estuvo presente


Abreu cumplió años el domingo pero no pudo festejar sus 34 pirulos con un gol en el empate del Botafogo ante Fluminense. 

El de ayer no fue un domingo más para Sebastián Abreu. El minuano cumplió 34 años, aunque no los pudo festejar con un triunfo de su equipo, ni con un gol, ya que el Botafogo empató a cero con el Fluminense.
El "Loco" ingresó al campo acompañado de sus cuatro hijos y la "torcida" de elenco carioca no dejó de alentarlo a lo largo de todo el encuentro, pero el gol no llegó y la victoria tampoco.
Tras el partido, el atacante se mostró muy desconforme con la actuación del árbitro del encuentro, insinuando que tuvo influencia en el resultado final. "Los partidos del  Brasileirao precisan ser pitados por árbitros más calificados”, reclamó el minuano.
Abreu se ha convertido en el último tiempo en uno de los máximos ídolos del Botafogo, en especial gracias al gol marcado en la final de la Copa Río, en la que el equipo consiguió el título, y por sus "picadas" en los penales.

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