lunes, 8 de agosto de 2011

Distintos tonos de celeste

Las campeonas panamericanas de handball y los Sub 20 en el mismo vuelo


Dos delegaciones celestes coincidieron en el mismo vuelo que los traía de regreso a Montevideo. Las chicas de la selección uruguaya Sub 16 regresaban de México donde consiguieron el oro en el Campeonato Panamericano de Hanball. Y los muchachos de la Sub 20 de fútbol volvían de Colombia donde quedaron eliminados del Mundial de su categoría en la primera fase.
Ambas delegaciones hicieron conexión en Santiago para tomar el vuelo de Lan que los traería de regreso a Uruguay. Obviamente, el estado de animo de las jovencitas era muy diferente al de los futbolistas. Aunque no les resultó fácil, ellas se encargaron de contagiarles su alegría. Y ya en el aeropuerto de Carrasco hasta los hicieron bailar y todo. "Nos sacamos una foto con ellos y creo que los hicimos alegrar un poco", contó Martina Barreiro, la capitana de la selección Sub 16 de handball.
El aeropuerto estaba lleno de gente y, como tantas veces últimamente, teñido de celeste. La mayoría de las personas esperaba a las campeonas panamericanas. Padres y abuelos orgullosos, hermanitos felices. Amigas, compañeros de liceo y vecinos, todos se pusieron algo celeste para darle la bienvenida a las chicas.
Pero no todas las banderas celestes eran para ellas. Los familiares y amigos de los futbolistas de la Sub 20 también dijeron presente en Carrasco. "Gracias, dejaron la vida en cada pelota", rezaba un cartel en manos de amigos de Federico Rodríguez y Pablo Cepellini. "Ni los mejores ni los peores, ¡los nuestros!", decía otro que exhibían amigos del técnico Juan Verzeri.
Varios dirigentes de la AUF también estuvieron en el aeropuerto para apoyar a los muchachos de la Sub 20. El neutral Aníbal De Olivera, el gerente Fernando Sureda, Raúl Rodríguez, Eduardo Belza y Ernesto Vergara, presidente del Consejo Único Juvenil, pasaron buena parte de la mañana del domingo en la terminal aérea porque los futbolistas llegaron en dos tandas. Una que arribó alrededor de las 11:00 horas y otra que lo hizo pasadas las 13:00 horas.
Las chicas del handball fueron las primeras en salir, una hora después de que el avión hubiera aterrizado. Salieron todas juntas corriendo, con sus medallas de campeonas colgadas en el cuello y fueron recibidas por una lluvia de aplausos y bocinazos.
Gritaron, bailaron, cantaron y se abrazaron con familiares y amigos. Les costaba irse, cada una por su lado con sus familias. Se seguían abrazando y se despedían con lágrimas en los ojos compartiendo la complicidad de la maravillosa experiencia que acababan de vivir y que, seguramente, las mantendría unidas por el resto de sus vidas.
Luego, cabizbajos y con pocas ganas de hablar aparecieron ellos, los jugadores de la selección Sub 20.
Ambas delegaciones fueron recibidas al bajar del avión por el Presidente de la República, José Mujica. Cabe recordar que Mujica había llamado a los futbolistas a Colombia antes del segundo partido frente a Nueva Zelanda y les había dicho que salieran primeros o últimos iba a estar para estrecharles la mano a su regreso. Y cumplió. El Presidente, que concurrió al aeropuerto acompañado por su esposa, la senadora Lucía Topolansky, les dijo que eran muy jóvenes y que tenían toda la vida por delante intentando desdramatizar su eliminación.
Ya de paso Mujica aprovechó para saludar, una a una, a las campeonas panamericanas de handball, quienes se sorprendieron al verlo.

APOYO. "Ni los mejores ni los peores, ¡los nuestros!", rezaba un cartel.
PRESIDENTE. Mujica fue a recibirlos y estrechó la mano de chicas y jóvenes.

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