miércoles, 12 de enero de 2011

D`Alessandro y Tabárez se dijeron de todo



 

Tabárez, metódico, puntual, fue de los primeros en llegar al Ballroom del Hotel Radisson y cuando entró D`Alessandro, se adelantó, le estiró su mano para saludarlo, y se encontró con la felicitación del jugador que obvió la diestra del entrenador y lo estrechó en un apretado abrazo.
En ese clima, entonces, después de un llamado de la revista "Kicker" de Alemania pidiendo fotos de la velada y otro de ESPN Radio de Los Ángeles para entrevistar "en vivo" a D´Alessandro, y tras la ceremonia de premiación, la "cancha" de la intimidad del salón Torres García del piso 25, quedó pronta para algo más que una cena privada: un "partidazo".
D`Alessandro le recordó a Tabárez las veces que, en el marco del clásico Boca-River, lo tuvo como adversario, y ahí se enteró que en sus dos pasajes como DT "xeneize", el uruguayo sólo perdió un partido, por 3 a 0 en "La Bombonera", y que nunca cayó en el "Monumental" de los "millonarios".
De la misma forma, el jugador supo que a comienzos de los 90, todos los técnicos que había tenido Batistuta en Argentina lo ponían de puntero, y el que lo hizo atacante central fue Tabárez.
Más aún: D`Alessandro se rió cuando el entrenador le contó que un día, en la práctica de Boca, "Bati""recaliente" estaba porque en un trabajo de definición Navarro Montoya le ganaba todos los mano a mano y lo "canchereaba"; entonces, el DT le dijo al atacante: "¿Qué le pasa? ¿Ud. no conoce al `Pato` Aguilera? Amaga que remata y la tira por arriba". Tiempo después, en un partido en Mar del Plata, Batistuta quedó ante el "1" de Racing, hizo lo que le había dicho Tabárez y, en pleno festejo, se acercó y le dijo: "¿Y? ¿Qué le pareció el `Pato`?"
Asimismo, cuando D`Alessandro comentó que piensa ser técnico, Tabárez lo sorprendió al contarle: "Es impredecible lo que puede ser un futbolista después del retiro; ahí empieza una nueva vida. Cuando yo lo tenía en Boca, jamás hubiera pensado que (Diego) Latorre, por ejemplo, por cómo era, iba a comentar fútbol por TV, y cómo lo hace; y en Cagliari, estaba Massimiliano Allegri, que no era un gran futbolista, al punto que en el plantel había sólo 17 e igual casi no jugaba. Además, estaba en otra: el día del casamiento, ¡faltó! ¡No fue a casarse! Jamás hubiera dicho que iba a ser lo que es hoy: el técnico del Milan, elegido dos años seguidos por el voto de los demás entrenadores como el mejor del fútbol italiano".
Con ese marco, pues, no extrañó que D`Alessandro se despidiera de Tabárez con una guiñada: "¡Ah, maestro! Si agarra un cuadro, estoy a las órdenes, ¿sabe?".

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